jueves, 27 de marzo de 2014

"Recuerdo aquella vez..."




"Recuerdo aquella vez que yo te conocí; recuerdo aquella tarde pero no recuerdo ni cuándo te vi..."

La recuerdo... más que el sueño a trompicones de ayer, que los arbustos recién plantados... recién regados de esta tarde, que el calor del cigarrillo consumiéndose entre los dedos mientras escribo. Recuerdo aquella tarde. Dicen que el primer encuentro no se olvida. Crucé la esquina que moría en el Callejón. Me dijo ven y empecé a caminar. Andar por andar. No sé cuántas horas... Llovía y no me mojé. Me mecí sola en el columpio de un niño chico. Arriba... abajo...arriba...abajo... Sabor a sal de un llanto guardado... hasta saciar la sed de la primera  ternura, de la primera infancia. Un llanto tan largo que creí haberlo agotado. 

La primera vez fue un conato del alma, un primer intento sin salida. El preludio. Sin saber que no eran más que las primeras puntadas de un traje hecho a medida. Esos falsos diseñadores de las primeras horas...

Recuerdo aquella tarde. Noche  cerrada cuando terminó... y regresé a la ¿realidad?

domingo, 23 de marzo de 2014

A ratos...





"I em dol 
i em crema,

però en el fons
sé que aquesta pena
és bonica 
i és tot el que tinc."











Es bonita. Me pertenece sin haberlo deseado... Es todo lo que tengo cuando solo la tengo a ella. Me asalta y me desvalija hasta que en mi oquedad gravita un eco conocido. Se activa cuando quiere y duerme a ratos.

Es bonita. Paradógicamente bella. Es todo lo que tengo... a ratos. Y a ratos solo ella me pertenece sin haberlo pedido... Es dulce si la derramo en otras penas de otros. Es suave si otros abren un boquete en la mía. Es antigua como mi primer amor de mentira; constante como el eterno ronroneo de las olas pequeñas del mar.

Sin haberla llamado... sin haberla querido... 




martes, 18 de marzo de 2014

Preludios de Primavera




A medida que alarga el día la luz se proyecta en baratijas. Alargo la mano y los destellos se escurren entre los dedos. 

Las calles amanecen como una riada de fantoches. Corren... Me da que no conocen la desembocaura.

El buen tiempo viste de pantalón corto y sudadera a quienes se obsesionan por su cuerpo. La delgadez extrema... belleza inventada por los sedientos de almas enfermas. 

Ya no existe el demasiado, ni los excesos... Abrazos, besos a medias... amor a medias. Palabras a media voz, lágrimas desaladas, sonrisas sin labios. A los del pico álgido les abren la boca... la intoxicación devuelve sus rarezas al pelotón de los humanos grises. No sé si es bueno amputar la mano que puede rozar el corazón lastimado. No sé si es mejor sentir que dormir con una brecha abierta...

Ser... o ser sin ser sentido. Sin tacto.

Con todo y a pesar de todo...Señor mío y Dios mío.

martes, 11 de marzo de 2014

Te presto mis dedos...



Navego poco por la blogosfera. Recalo en apartamentos recién alquilados, en casas con hipoteca y en caserones que ya se han librado de ella. El total no es mucho. Supongo que me falta tiempo. Pero el fin de semana pasado decidí hacerlo. Sorpresas de blogs donde alguna vez metí la nariz y han evolucionado... Lógico. Las personas no se quedan quietas y su escritura es el reflejo de sus propios cambios. Temas desde puntos de vista distintos, contrarios o complementarios.

El rumbo tenía brújula. Iba buscando algo concreto y encontré poco. No es bueno ni malo ni todo lo contrario. Simplemente es... una realidad. Concluyo que ellos no tienen blog.

Así que... te presto el mío. Ya me fijé. Los dedos los tienes agarrotados. Los pasos son lentos y escasos. La calle no es tu hábitat preferido. Ya te gustaría... pero luego la gente habla. "Qué buena cara tienes"... "Incluso has engordado"... "Oye...pero qué bien te veo"... Y el asunto es que en la cara no te duele nada... ni siquiera la punta de la nariz, que se resiente cuando hace frío. Tampoco cojeas... gracias a Dios... ya sería el remate.

Como no te ven demasiado, nadie te ha mirado... poca gente se ha molestado en interpretar tu retina...como ausente... Y la reacción que te produce cuando te hablan de aquellos alumnos, de aquellas aulas que ya no puedes volver a pisar. La pupila se dilata y el iris se enturbia.

A veces pienso que habría que tirar el refranero. Ya no se usa para resumir en pocas palabras toda la sabiduría popular. "Los ojos son el espejo del alma" . De tanto citarlo ha acabado por perder el sentido.

"Tengo miedo de tener miedo". "Tengo miedo, mucho miedo." Te presto los dedos. Ahora escribe tú.

Tengo miedo de seguir viviendo con el miedo que me paralizaque me deja en blanco, que me provoca ese vértigo, que me desestabiliza y creo que voy a caer de un momento a otro . Todo empieza sin previo aviso. Es algo así como la sensación de ir a 200 en un cambio de rasante. Y ya está. Ya no es como era la hora antes.

Vivir es una lenta carrera de obstáculos demasiado altos para poder saltarlos... o demasiado pesados para poder arrastrarlos y aparcarlos en la cuneta. A veces me pregunto si terminaré el día. El paso de las horas me producen heridas que se infectan. Con el tiempo sé que no existen pomadas para curarlas.

Es difícil que todo esto se entienda. No lo pido. Solo necesito respeto y, si no es posible, silencio. Aunque sea el silencio que se escucha cuando pasan esos coches largos con una caja donde reposan los difuntos"

"Basta de navegar en el olvido. Basta de bendecirnos en la lluvia. Basta de no ser nadie. Basta de convivir con la derrota.
Basta, carajo." (Mario Benedetti)

)

sábado, 8 de marzo de 2014

Declaración de principios.


Cuando empecé a gestar esta ventana, retrocedí varias veces. Hay episodios duros que no se pueden omitir y que no se entienden sin el concurso de otros. Algunos "otros" han sido fuente de sufrimiento, en sí mismo o añadido. Me preguntaba cómo podía abordar algunas secuencias de la vida sin salpicar a nadie. Solo existe una fórmula: evitar el juicio y los nombres reales. Así que me limitaré a mencionar con pronombres sin que por ello falte a la verdad.

La pregunta del millón es la razón última de este blog. Si alguien me lo hubiera planteado hace unos años, mi respuesta hubiera sido un NO rotundo. El cambio no es un afán de exhibicionismo... o victimismo. Espero no caer en esta tentación. El deterioro provocado por el transtorno bipolar, la ausencia de fuerzas, la imposibilidad de desplazarme para echar una mano en muchas de las iniciativas creadas para rehabilitar a los más desfavorecidos... ha sido el detonante. Hay mucho dolor en el callejón... muchas personas que se proyectan en espejos cóncavos y quizá nadie les ha dicho "no estás solo", "yo también me ahogo en el absurdo, también me marea el vértigo de esta noria de la que no me puedo apear". 

He imaginado muchos ojos paseándose por el Callejón de los espejos; miradas cansadas, sedientas de cariño, sin esperanza... Miradas conocidas... 

Si aterrizas aquí, quién sabe si por casualidad, y encuentras una brizna de esperanza... el esfuerzo por recordar y envolver la memoria de ternura... habrá valido la pena.








Paseando entre espejos...





Es un paso más. No es fácil entrar en el "callejón del gato" y encarar sin miedo la imagen que me devuelven los espejos deformantes. 

Son momentos de asumir y desmenuzar la bipolaridad. A falta de terapias asequibles, me decanto por las palabras. 

La palabra... Mi fiel y leal compañera de tantos pliegos guardados bajo llave. 

Un paso más, decía... para un viaje con exceso de equipaje. En cada estación querría soltar lastre... sin amargura. En cada post quisiera poder mirar con ternura lo que en su día me pareció -me parece- el máximo exponente de una existencia cíclica sufriente. 

Después de tantos años todo me parece superfluo... excepto el amor.